Siempre caigo en la tentación de ir de compras al centro comercial.
La ultima vez que fui, fue porque me convenció mi hija pequeña, con la condición de que ella fuera conmigo a los probadores y yo le pudiera ir dando las prenda que no me quedaran, para que me trajera otra talla. Eso de tener que vestirse y desvestirse para ir a cambiar las prendas, es una pálida inaguantable. Asi es que yo y mi hija vamos a la tienda Zara, donde solo podes llevar al probador un máximo de 6 prenda.
Entonces me llevo un modelo de pantalón en talla 38, 40 y 42, de otro modelo llevo una talla 42 y un 44 (porque eran las únicas tallas que quedaban de ese color) y me llevo un blusa 44. Nada me queda bien, el primer pantalón de talla 38 me queda grande, el segundo modelo de pantalón no es que no me cierre, la talla 44 ni siquiera me sube y la blusa no es que no me abroche, ya que tengo mucho busto, son las mangas de la blusa, que me aprietan los brazos.
Ya a esas alturas estoy un poco enfadada y transpirada. Le pido entonces a mi hija que me traiga un pantalón talla 36 de primer modelo, del segundo que me traiga una talla 46 y que de la blusa se olvide, porque cuando me entre de brazos voy a parecerme a Demis Roussos. Entonces ahí me quedo en ese pequeño probador, lleno de mugre en el piso que da vergüenza, si se te cae algo al piso, te queda a la miseria y eso es en parte lo que te hace sudar, tratar de probarte la ropa sin que ninguna parte de la prenda, toque el asqueroso piso. La iluminación es rarísima y como estoy ahí en sostén y bragas rodeada de espejos, me empiezo a fijar en todos esos detalles que normalmente no te vez, como el culo. Ya a estas alturas no es muy atractivo. Como será que el otro día me pregunto mi hija pequeña ¿Mamá cuando vos eras joven tenias culo? Creo que su mayor preocupación es ver en mi, lo que le espera a ella. Bueno, como les contaba, a todo esto me empiezo a ver horrible y con mil defectos. Entonces por fin llega mi hija sin ninguna prenda ya que del primer pantalón no queda tallas y del segundo no se hace en talla 46. Me vuelvo a vestir con los andrajos que traía al llegar, que también se me resisten ya que ahora no estoy enfadada, estoy furiosa y empapada de sudor. Salgo del probador y le entrego las 6 prendas a la cuidadora y le tiro una bronca tremenda. Le digo que me pensaba gastar unos 200 € en ropa, pero lo único que me llevo es desilución y tristeza, que me siento gorda, fea y deformada y que no se si soy talla 36 o 44. En eso llega mi esposo (que ha estado en Zara para hombres) y me ve triste y enojada. Trato de explicarle lo que me pasa y me dice, "bueno quizás es que no te das cuenta que tenes unos kilitos de mas". Entonces me enfado aun mas, que carajo tiene que ver que tenga unos kilitos de mas, conque la ropa no tenga las tallas correctas. Yo lo que quiero es comprarme ropa y no volverme loca probandome todas las tallas, en todos los modelos. Si me dicen que soy talla 50 me da lo mismo, que si me dicen que soy la 36, yo lo que quiero es ver un modelo, coger la talla que se supone que soy, probarlo y si me queda guapo comprarlo y punto. Para no hablar de las tallas de la tienda Bershka, ahí una 44 es como una talla 36 y la 44 es la mas grande. Entonces me pregunto ¿donde se compran la ropa los jóvenes que tienen unos kilos de mas?
La verdad es que no entiendo muy bien de que van los productores de ropa. Hay un mercado inmenso de competencia, hay unos modelos de ropas exquisitos, los tejidos son cada vez mas exclusivos y con estampados precioso.
Mi conclucion es, que no hacen falta mas pasarelas, ni modelos mas guapas, mas flacas o mas gordas, ni tejidos innovadores, ni modelos extravagantes. Si quieren vender y hacer famosa una marca, solo hace falta que los consumidores puedan ir de compras, sin antes tener que tomarse un valium.
Ver aqui debajo, foto de las nuevas camaras de tortura de este siglo.

La ultima vez que fui, fue porque me convenció mi hija pequeña, con la condición de que ella fuera conmigo a los probadores y yo le pudiera ir dando las prenda que no me quedaran, para que me trajera otra talla. Eso de tener que vestirse y desvestirse para ir a cambiar las prendas, es una pálida inaguantable. Asi es que yo y mi hija vamos a la tienda Zara, donde solo podes llevar al probador un máximo de 6 prenda.
Entonces me llevo un modelo de pantalón en talla 38, 40 y 42, de otro modelo llevo una talla 42 y un 44 (porque eran las únicas tallas que quedaban de ese color) y me llevo un blusa 44. Nada me queda bien, el primer pantalón de talla 38 me queda grande, el segundo modelo de pantalón no es que no me cierre, la talla 44 ni siquiera me sube y la blusa no es que no me abroche, ya que tengo mucho busto, son las mangas de la blusa, que me aprietan los brazos.
Ya a esas alturas estoy un poco enfadada y transpirada. Le pido entonces a mi hija que me traiga un pantalón talla 36 de primer modelo, del segundo que me traiga una talla 46 y que de la blusa se olvide, porque cuando me entre de brazos voy a parecerme a Demis Roussos. Entonces ahí me quedo en ese pequeño probador, lleno de mugre en el piso que da vergüenza, si se te cae algo al piso, te queda a la miseria y eso es en parte lo que te hace sudar, tratar de probarte la ropa sin que ninguna parte de la prenda, toque el asqueroso piso. La iluminación es rarísima y como estoy ahí en sostén y bragas rodeada de espejos, me empiezo a fijar en todos esos detalles que normalmente no te vez, como el culo. Ya a estas alturas no es muy atractivo. Como será que el otro día me pregunto mi hija pequeña ¿Mamá cuando vos eras joven tenias culo? Creo que su mayor preocupación es ver en mi, lo que le espera a ella. Bueno, como les contaba, a todo esto me empiezo a ver horrible y con mil defectos. Entonces por fin llega mi hija sin ninguna prenda ya que del primer pantalón no queda tallas y del segundo no se hace en talla 46. Me vuelvo a vestir con los andrajos que traía al llegar, que también se me resisten ya que ahora no estoy enfadada, estoy furiosa y empapada de sudor. Salgo del probador y le entrego las 6 prendas a la cuidadora y le tiro una bronca tremenda. Le digo que me pensaba gastar unos 200 € en ropa, pero lo único que me llevo es desilución y tristeza, que me siento gorda, fea y deformada y que no se si soy talla 36 o 44. En eso llega mi esposo (que ha estado en Zara para hombres) y me ve triste y enojada. Trato de explicarle lo que me pasa y me dice, "bueno quizás es que no te das cuenta que tenes unos kilitos de mas". Entonces me enfado aun mas, que carajo tiene que ver que tenga unos kilitos de mas, conque la ropa no tenga las tallas correctas. Yo lo que quiero es comprarme ropa y no volverme loca probandome todas las tallas, en todos los modelos. Si me dicen que soy talla 50 me da lo mismo, que si me dicen que soy la 36, yo lo que quiero es ver un modelo, coger la talla que se supone que soy, probarlo y si me queda guapo comprarlo y punto. Para no hablar de las tallas de la tienda Bershka, ahí una 44 es como una talla 36 y la 44 es la mas grande. Entonces me pregunto ¿donde se compran la ropa los jóvenes que tienen unos kilos de mas?
La verdad es que no entiendo muy bien de que van los productores de ropa. Hay un mercado inmenso de competencia, hay unos modelos de ropas exquisitos, los tejidos son cada vez mas exclusivos y con estampados precioso.
Mi conclucion es, que no hacen falta mas pasarelas, ni modelos mas guapas, mas flacas o mas gordas, ni tejidos innovadores, ni modelos extravagantes. Si quieren vender y hacer famosa una marca, solo hace falta que los consumidores puedan ir de compras, sin antes tener que tomarse un valium.
Ver aqui debajo, foto de las nuevas camaras de tortura de este siglo.
