lunes, 15 de diciembre de 2008

¡La felicidad!

No tengo inspiración…
Esto me pasa cada vez que me siento plenamente feliz, me quedo sin palabras y eso les aseguro no es fácil de lograr, ya que normalmente hablo mas bien de mas.

El otro día leía que el hombre más feliz del mundo es Matthieu Ricard, que obtuvo una nota inalcanzable en un estudio sobre el cerebro realizado por la Universidad de Wisconsin (EEUU). Los especialistas en neurociencia afectiva le nombraron «el hombre más feliz de la Tierra». A sus 61 años, quien hoy es asesor personal del Dalai Lama tiene una vida digna de un guión de cine. Biólogo molecular, hijo de un filósofo ateo, dejó su carrera por abrazar al budismo.




Claro ustedes creerán que es feliz porque: ¿Tiene una bonita casa en la playa? Pues no, Matthieu Ricard prefiere un cuartito de 2 x 2 metros en el monasterio apartado de toda civilización donde vive, en las montañas de Nepal. ¿Tiene una cuenta bancaria boyante? Pues tampoco, ha entregado todo el dinero de las ventas de sus libros a la caridad. ¿Bueno pues tiene un matrimonio bien avenido o una excitante vida sexual? Tampoco: a los 30 años decidió acogerse al celibato y dice cumplirlo sin descuidos. En realidad, Matthieu Ricard carece de todas las cosas que los demás perseguimos con el convencimiento de que nos harán un poco más felices. Y sin embargo, este francés de 61 años, biólogo molecular hasta que decidió dejarlo todo y seguir el camino de Buda, es más feliz que usted y yo. Mucho más feliz. El más feliz.

Los resultados fueron comparados con los obtenidos en cientos de voluntarios cuya felicidad fue clasificada en niveles que iban del 0.3 (muy infeliz) a -0.3 (muy feliz). Matthieu Ricard logró -0.45, desbordando los límites previstos en el estudio, superando todos los registros anteriores y ganándose un título –«el hombre más feliz de la tierra»– que él mismo no termina de aceptar. ¿Está también la modestia ligada a la felicidad? El monje prefiere limitarse a resaltar que efectivamente la cantidad de «emociones positivas» que produce su cerebro está «muy lejos de los parámetros normales».

El problema de aceptar que Ricard es el hombre más contento y satisfecho del mundo es que nos deja a la mayoría en el lado equivocado de la vida. Si un monje que pasa la mayor parte de su tiempo en la contemplación y que carece de bienes materiales es capaz de alcanzar la dicha absoluta, ¿no nos estaremos equivocando quienes seguimos centrando nuestros esfuerzos en un trabajo mejor, un coche más grande o una pareja más estupenda?

Una de las personas más culpable de mi felicidad es mi esposo, que me tiene igual de enamorada que hace 18 años y además de todo lo que me hace sentir, me hace reír mucho. Les cuento que el otro día, teníamos un obrero en casa construyéndonos un trastero y yo le contaba lo del hombre mas feliz del mundo a mi esposo, ya que el tiene tendencia a ser un poquitín pesimista, (bueno no les dije que el es perfecto, solo que a mi me encanta) y me dice muy serio, “No jodas, ¿así que para ser el hombre mas feliz del mundo no hay que tener nada y vivir en un cuartito de 2 x 2? Dile al peón que deje de construir el trastero y que en vez me construya una habitación para mí, que me mudo mañana. Quizás no es tan así, que hay que vivir despojado de todo, en un cuartito de 2 x 2, en el medio de la nada. Sino más bien que la felicidad no depende de lo que tengamos o de lo que nos pueda pasar, sino de que forma percibimos las cosas. Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías, mientras aguardan la gran felicidad.

Bueno así que este año nada de pedirle a Papa Noel, ni a los Reyes Magos una sarta de cosas inservibles, pedirle más vista y más censores, para ver y percibir mejor todas esas cosas que no valoramos, toda esa gente maravillosa que es parte de nuestras vidas, todo eso que en realidad es la felicidad y que casi siempre ya tenemos…

Les dejo con mucho amor este humilde pero original arbolito de Navidad, desde las playas de Torrevieja, para ir fomentando un poquitin el espíritu de lo arriba expresado!


miércoles, 3 de diciembre de 2008

Homenaje a los que tienen un ser querido con Alzheimer.

He leído esta historia que mando un lector a la revista del Club Nórdico y me toco el alma, aquí se las dejo…

Cuenta una enfermera de la consulta de un medico:
El otro día vino un señor mayor a la consulta del medico, ha quitarse unos puntos que le habíamos puesto en un dedo y estaba sumamente apurado. El medico estaba ocupado y el señor paresia muy estresado y con mucha prisa. Entonces le mire el dedo y veo que la herida se ve muy bien y como el señor estaba tan apurado, decidí tratar de ayudarle. Fui a donde estaba el medico y le explique que la herida estaba muy bien y que si el me autorizaba yo misma podía quitarle los puntos al señor, ya que el señor estaba con mucha prisa. Así fue que lo hice pasar a la sala de curas y mientras le quitaba los puntos, le pregunte porque tenía tanta prisa, si tenía otra cita médica. A lo que me contesto:
- No, tengo prisa porque tengo que ir a desayunar con mi esposa, que sufre de Alzheimer y vive en un hogar para ansíanos hace ya algunos años.
Preocupada le pregunte, que pasaba si llegaba tarde, si su esposa se ponía triste o alterada y me dice:
- No, ella no se altera, si en realidad hace mas de 4 años que no me reconoce ni a mi, ni a nadie.
Entonces asombrada le pregunto, que como es que entonces el sigue yendo a verle, todos los días y en cima con tanta puntualidad. A lo que el señor me contesto tiernamente:
-Querida amiga, ella no se acuerda de mí, pero yo si me acuerdo de quien es ella.



Ojala que mi vida sea lo suficientemente larga para demostrarle mi amor a mis seres queridos, tengan o no Alzheimer, pero ruego que mi vida no sea tan larga, si dejo de reconocer a mis seres queridos.

PD: Les recomiendo a los que viven en las cercanías de Torrevieja, ir a la tienda de ropa y objetos de segunda mano que tiene la asociación de Alzheimer en Calle Maestro Francisco Vallejo N° 8, detrás de la Iglesia de la Inmaculada. En la tienda se puede comprar cosas muy buenas a un precio bajísimo, que ahora con la crisis viene muy bien, o otra forma de colaborar es donar cosas que uno ya no usa.

martes, 2 de diciembre de 2008

Demando a los crueles inviernos...

El otro dia llegando a casa del trabajo, venia helada y entre a mi casa que estaba tan calentita y en ese instante pense ¡que lujo! De repente me di cuenta de lo afortunada que era, tenia un hogar calentito, me esperaba gente que me quiere, todos tienen salud, la nevera esta llena y tengo un trabajo. ¿Que mas se puede pedir?
Si, yo pido que en los crueles y fríos inviernos la humanidad entera, sea mínimo tan afortunada como lo soy yo.

Para no siempre quejarme con tono serio, demando el frío que de repente se ha apoderado de España, con un chistesito:

En el Polo Norte estaba una osa polar sentada en el hielo, cuando se le acerca su hijito, se le sienta al lado y le pregunta:
- Mamá, ¿Yo soy 100% oso polar, verdad?
Y su madre le contesta:
-¡Sí hijo, claro que eres un oso polar, mírate eres blanco, comes pescado y vives en el Polo Norte, eres 100% oso polar!
El osito se queda en silencio, al rato vuelve ha hacerle la misma pregunta a su mamá:
¿Mamá, estas segura que soy 100% oso polar, verdad? Y la madre le contesta:
- Pero por Dios, mírame soy una osa polar, mira a tu padre es un oso polar, eres nuestro hijo, por supuesto que no hay error, eres un osos polar.
Al ver un poco preocupado al osito, la madre le pregunta por qué tanta insistencia y el osito le responde:
- ¡Es que estoy cagado de frío!



De verdad, que frío hace estos dias, les dejo a todos un abrazo de osa, dudosa de ser polar...