miércoles, 17 de septiembre de 2008

Agachando la cabeza...

A veces me da miedo pensar que puedo caer en la rutina y que pace a creer que lo mas importante es que me olvide de comprar en el súper, el jabón para lavar la ropa. No seria extraño que me pasara algo así, eso es lo que la mayoría hace, luchar y pelear el día a día.Cada vez estamos más materialista y fizados con nuestro aspecto físico. Les quiero comentar a todo esto del tema del aspecto físico, que yo he puesto una foto mía en este blog y no los estoy engañando, esta foto representa tal y cual me siento, además esta sacada en un momento feliz de mi vida, pero en el espejo y en las fotos que me saco últimamente, ya no me veo así. Si el espejo no existiera, yo al salir de mi casa cada mañana, siento y creo que todo el mundo me vera como estoy en la foto, que ustedes pueden ver aquí en mi blog. Bueno, quizás yo también estoy afectada con eso del aspecto físico, que se le va hacer, el medio ambiente te contamina, pero quiero que sepan que lucho contra los síntomas cada día.

Pero a lo que íbamos, el tema es que uno no debería dejar de involucrase en todo y cuestionar muchas cosas del día a día. Ya que es en el día a día, que uno puede hacer algo para cambiar las cosas, si no tienes el coraje del Che de ponerte el fúsil al hombro e irte a luchar al monte. Quizás si muchos de nosotros hubiéramos en su momento enfrentado el día a día, protejiendo nuestra dignidad y nuestros principios, el Che no se hubiera tenido que poner el fúsil al hombro y morir en la lucha. Cuando hablo del Che, se entiende, que también nombro a todos lo hombres que se han muerto y morirán en la lucha por el bienestar de la humanidad. El Che, además de un hecho, también es un símbolo.
Mi problema esta en que las cosas me afectan y realmente me involucro en todo y cuestiono muchas cosas. Esto hace que normalmente me meta en problemas, en cuanto uno pide justicia, el atacado trata de moverte el piso. Normalmente la consecuencia de tu intervención, depende de que tan grande sea el opresor y que fuerza tenga su abuso de poder. Gracias a mi carácter impulsivo, muchas veces igual hago frente a la situación, porque en ese momento mi espíritu de lucha contra el mal, no me dejan valorar las consecuencias. Lo peor es la impotencia que sientes cuando nadie te apoya porque su comodidad o sus propios intereses se pueden ver afectados. La impotencia que me provoca la gente que cree que tienen un criterio repulsivo contra los abusos humanos y se prostituyen día a día lamiéndole los pies a algún empleado publico, para sacar algún provecho ante el resto de los ciudadanos o directamente para lograr que le soluciones algo, que ya de por si tienen derecho a que le solucionen, pero el empleado bajo su abuso de poder te quiere hacer cree que te esta haciendo un favor. Estas cosas, realmente me revuelven las tripas. Pero lo que mas me revuelve las tripas, es que a veces yo misma he tenido que bajar la cabeza, para poder conservar mi puesto de trabajo. Creo que es justamente la repulsión que siento de mi misma lo que mas me afecta, porque yo lo hago conciente y otra gente quizás lo hace sin profundizar en el hecho en si, sino que la sociedad donde vive lo hace actuar así. Por eso escribo en este blog, para desahogarme cuando me obligan a agachar la cabeza. Pero realmente lo que quisiera, es estar lo suficientemente loca, para ponerme el fucil al hombro e irme a luchar al monte.

No hay comentarios: